Zorro Rojo

Es la especie de zorro más abundante que existe. Se distribuye por Alaska, Canadá, Estados Unidos, Norte de África y casi todo el continente asiático y europeo. Actualmente se ha introducido al sur de Australia. Los zorros rojos viven en regiones boreales, tundra alpina, zonas templadas, praderas, zonas costeras y áreas boscosas, por lo que están adaptados a diferentes condiciones climáticas. Se encuentran desde el nivel del mar hasta los 4,500 metros de altitud. De igual manera sobreviven en zonas densamente urbanizadas y pobladas por el hombre.

El zorro rojo tiene una cabeza al inicio de su cola miden de 45 a 90 cm dependiendo la especie. La longitud de la cola varía de 32 a 53 cm. Su peso es de 2.2 a 14 kg. Los machos son hasta 15-20 % más grandes que las hembras.

La coloración de su pelaje es de diferentes gamas, pues incluye tonos rojizos, marrones, grises, blancos y cafés claros. Durante las temporadas de otoño e invierno, estos pelajes presentan cambios de adaptación y se vuelven más densos y largos para protegerlos del intenso frío.

Para la llegada de la primavera, éste cae para quedarse como una capa mucho más corta y menos tupida. Las orejas son más oscuras y las colas muy esponjadas y vistosas. Estas últimas son utilizadas como “almohadas”, como forma de comunicación, para ahuyentar insectos, entre otras funciones de apoyo. Los ojos de los adultos son de color amarillo y la nariz negra o marrón oscuro. El zorro rojo puede alcanzar la velocidad de 48 km/h.

Son animales solitarios pero pueden presentar diferentes comportamientos de acuerdo a las condiciones en las que vivan. Suelen aprovechar las guaridas construidas por otros animales y que han sido abandonadas. Son territoriales y pueden defender hasta 50 km² a su alrededor. Para delimitar este territorio, utilizan una sustancia olorosa obtenida de una glándula ubicada junto a su frondosa cola. La mayor actividad la llevan a cabo en la noche o en horas crepusculares y se comunican por vocalizaciones parecidas a los ladridos de un perro.

Aunque está clasificado dentro de los carnívoros, es una especie omnívora. Consumen roedores, insectos, frutas, moluscos, topos, aves, huevos de pájaro y reptiles pequeños. Se alimentan con alrededor de un kilo de comida al día. Son muy posesivos con la comida y no suelen compartirla con otros, a menos que estén en temporadas de cortejo o del cuidado de las crías. Poseen un finísimo sentido del oído y tienen la habilidad de saltar en el aire y sorprender a sus presas cayendo encima de ellos.

Las hembras presentan un período de celo que puede durar hasta 6 días. Durante ese tiempo, pueden aparearse con varios machos que previamente pelearon entre sí para determinar quién iba a tener el acceso hacia la hembra. El período de gestación es de 49-58 días y pueden tener de dos a nueve cachorros, aunque el registro más grande ha sido de 12. Son destetados poco después de dos meses y en una semana más pueden abandonar la madriguera. Alcanzan la madurez sexual a los nueve o diez meses. Su vida en estado salvaje es muy corta, pudiendo ser hasta de tres años. Por el contrario, en cautiverio pueden vivir hasta 12 años.

El zorro es cruelmente asesinado para la obtención de su fina piel que es valorada a precios muy elevados dentro de la industria de la moda. De igual manera, son capturados por granjeros que ven a los zorros como los principales responsables de la muerte de sus aves de corral, conejos y otras mascotas importantes para ellos.

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